Presentación del grupo o caso elegido
El grupo o comunidad de humanos elegido se llama el Camino Neocatecumenal y fue fundado por Kiko Arguello. Esta comunidad se caracteriza, básicamente, por ser una iniciación Cristiana que está al servicio de los obispos. Asimismo, esta comunidad trata de difundir un camino de profundización en la fe basándose en los principios establecidos por la Iglesia Católica. En la actualidad, el Camino Neocatecumenal se encuentra disperso por diferentes países del mundo y aproximadamente en 6.000 parroquias, donde son los centros principales de reuniones. Las comunidades están conformadas entre 25 y 60 personas con las que se establecen vínculos y relaciones estrechas a lo largo de cada vivencia. Para pertenecer a este tipo de grupos cada integrante debe tener una base sólida en la fe y tener una formación que les permita cumplir con los objetivos que cada comunidad específicamente se propone. De esta manera, los grupos pasan por diferentes etapas, en donde cada paso implica maduración en la fe. Es importante mencionar que cada comunidad se encuentra guiada por un Sacerdote (principalmente) y, a su vez, por un catequista que tiene experiencia en cuanto al Cristianismo.
Antecedentes históricos:
Los iniciadores de esta comunidad son los laicos españoles Francisco José Gómez de Argüello (más conocido como Kiko Argüello) y Carmen Hernández; junto con ellos, el sacerdote italiano Mario Pezzi, forman el Equipo Responsable Internacional. El Camino Neocatecumenal fue iniciado en la década de 1960 en el barrio de Palomeras, Madrid, y se ha extendido por todo el mundo.
La Santa Sede lo define como "un itinerario de formación Católica, válido para la sociedad y para los tiempos de hoy".
Todo ello nació de la inspiración de Kiko Argüello, quien cuenta que la Virgen María le habría pedido "hacer comunidades como la Sagrada Familia de Nazaret". Conoce así, evangelizando en zonas pobres de su ciudad, a Carmen Hernández.
Tras diversas invitaciones y experiencias, en las cuales se definieron en cuanto a metodología y carísma apostostólico, en 1974, tras un período de dos años de estudio y revisión, la Congregación para el Culto Divino publicó en su revista oficial una nota Praeclarum exemplar, apreciando y recalcando las obras de las comunidades Neocatecumenales. En los años que siguientes, a petición de la misma congregación, se definió el nombre "Camino Neocatecumenal" de entre todos los demás nombres posibles.
Así en 1990, el Papa Juan Pablo II en un carta, pide a los obispos den apoyo a esta comunidad en su apostolado.
Para el 2008, se ratificaba en la Santa Sede la aprobación "definitiva" de los Estatutos y para mitad de ese mismo año, el Cardenal Rylko entregaba el Decreto de aprobación junto con los Estatutos a los Iniciadores de Camino: Kiko Arguello y Carmen Hernández junto con el P. Mario P. Este fue un día trascendental en la historia del Camino Neocatecumenal.
En el 2009, se celebró junto con el Papa Benedicto XVI y los iniciadores de Camino los 40 años de esta Comunidad y sus obras extendidas por todo el mundo.
Este año, en enero, se anunció la aprobación de las Catequesis del Camino Neocatecumenal, quedando como oficiales por la Comisión Pontificia para los Laicos, que los ha nombrado como Directorio Catequético del Camino Neocatecumenal.
Descripción y explicación de la estrategia de observación realizada.
La estrategia de observación utilizada fue una participante y no estructurada, es decir, se aplicó una técnica que permitió la integración de los observadores a las actividades practicadas por el grupo elegido, informando de antemano la intención de dicha participación. Con la aplicación de esta estrategia, se pudo comprender la experiencia no como un mero registro de conductas sino desde el punto de vista de los propios sujetos de observación.
Para la aplicación de esta estrategia se utilizo únicamente el registro anecdótico a través de una libreta de notas que emplearon cada uno de los observadores, quienes se ubicaron dentro del salón de forma rectangular. Uno se ubicó en la parte posterior central del salón; el segundo observador en la parte central, específicamente en la 3era fila; la tercera persona al costado derecho junto al coro y la última persona al lado izquierdo en la segunda fila; esta distribución permitió una observación más completa y amplia del lugar y de las conductas a registrar.
Descripción de los sujetos de observación
Hora de inicio de la observación: 4:00pm
Hora de término de la observación: 6:30pm
Minutos antes de las 4 pm se llega a la Unidad vecinal número 3 de colonial, lugar donde se encuentra la parroquia Virgen de Fátima donde se llevará a cabo la ceremonia a presenciar. Esta iglesia cuenta con 5 salones de diversos tamaños en la parte posterior y las personas que allí acuden, visten desde trajes y ternos hasta vestimenta casual como jeans y camisas. Al ingresar y notar la presencia de los observadores, saludan e invitan a los mismos a reflexionar acerca del verdadero motivo de estar presentes en la eucaristía, además de desearles que esta experiencia les llegue a servir en sus vidas. Sin embargo, también solicitan discreción y que reserven algunos detalles confidenciales como los casos que se cuentan en los “ecos”, el nombre de las personas que intervienen, y sobre algunos textos que allí leen.
El salón para las ceremonias se encuentra en un segundo piso con un aforo de 200 personas, es de color blanco, con ventanas ovaladas de color azul, rojo y amarillo y cuenta con una alfombra de color azul, así como con una puerta marrón pequeña al lado izquierdo. En el salón de forma rectangular, están afiladas una serie de sillas en 3 de sus lados, en el cuarto lado se encuentran 5 sillas, la más grande es ocupada por el cura, quien lleva una capa morada con el símbolo de la cruz en la espalda y una copa con ostias en la parte de adelante sobre un habito blanco. Las 4 sillas restantes son ocupadas por los acompañantes del cura llamados acólitos, quienes son hombres que visten una túnica blanca. Al lado derecho esta un pedestal donde se colocan las personas que leerán las palabras, al mismo tiempo se observa una mesa grande decorada con flores, un candelabro de 7 velas, y fuentes con pan cortado en pequeños pedazos; a su lado hay una cruz de oro grande apoyada sobre un soporte dorado. De ese mismo lado se disponen los miembros del coro que cuentan con diversos instrumentos como guitarras, tambores y timbales.
Los observadores se disponen a ingresar a la ceremonia llamada Eucaristía, dos de ellos se ubican frente a la mesa desde donde el cura inicia la misma, el tercer observador se ubica al lado del coro y el cuarto observador se ubica al lado izquierdo. Esta ceremonia por estar dentro del tiempo pascual sufre una variación. Se inicia con la monición ambiental, es decir, una presentación que es dada por un hermano de la primera comunidad.
El coro comienza a entonar el canto de entrada, seguidamente entra el padre acompañado por los 4 acólitos. Este se para al frente de los fieles y les pide tomar asiento, cuando esto ocurre el padre pide que ocupen los sitios de adelante, nombrando primero a los niños y luego a las personas mayores, cuando es arreglado este punto la Eucaristía continúa.
Una de las hermanas de la comunidad se para y da una monición, es decir, las palabras que anticipan y preparan a la palabra que dirá la siguiente persona. Inmediatamente finaliza una segunda persona comienza a leer la palabra, mientras tanto los fieles se encuentran sentados prestando atención, entre ellos un grupo de 20 niños. Una vez finalizada la palabra, se da inicio a la proclamación. Este acto de monición, palabra y proclamación se repite una vez más.
Cuando se concluye con el proceso anterior, el padre pide “ecos”, es decir, la intervención de personas que, identificadas con lo dicho en la palabra, puedan compartir sus experiencias personales. Durante unos dos minutos aproximadamente, los fieles permanecen callados y el padre vuelve a repetir su petición, en ese momento una señora de unos 60 años levanta la mano y cuenta su experiencia. El silencio retorna hasta que una segunda persona interviene, y así unas 5 intervenciones más. Este tiempo dedicado a los ecos duran aproximadamente entre 35 y 40 minutos.
Posterior a este tiempo, el padre da inicio a la homilía, es decir, la breve explicación de la palabra y el evangelio y, a continuación se pronuncian las cinco oraciones generales mencionadas por una de las hermanas en el podio. Seguidamente, se da lugar a las oraciones personales que cualquiera de los fieles presentes quiera presentar, tres mujeres suscitaron las suyas. El padre da la paz a los fieles, y estos lo hacen entre ellos dándose un abrazo y un beso en cada mejilla.
Llega el momento de consagrar el pan y el vino convirtiéndolos en cuerpo y sangre, el padre pronuncia unas palabras y se inician los cantos. Los observadores participan de esta parte de la ceremonia, juntan sus manos y esperan que los acólitos traigan las fuentes con los trozos de pan, similares a la masa del pan árabe, de contextura dura y sin sabor; el trozo deberá ser cogido con la mano e introducido en la boca. A continuación, los obispos pasan de mano en mano la copa de plata de doce puntas llena de vino, que deberá ser bebida por cada uno de los fieles, quienes van limpiando la punta con una toalla blanca.; toda esta ceremonia final transcurre en medio de salmos entonados por el coro.
La ceremonia concluye cuando el padre se retira y los fieles inician una danza, que dura alrededor de 15 minutos, llamada el Dayenu, formando un círculo en donde se abrazan o se toman de la mano, alrededor de la mesa cuadrada.
Elaboración y presentación del contexto de la observación
Leyenda:
-primera comunidad
-sillas vacias
1:observadores
0:coro
-niños
- Lecturas
-Acólitos
x:padre